07 de junio de 2011

El correo electrónico (e-mail), desde que comenzó a usarse en 1965, se ha establecido en nuestra sociedad como una herramienta común para las comunicaciones personales y profesionales hasta llegar a superar, en muchos casos, el uso del correo postal para trasmitir mensajes ordinarios.

Quizás, por esta expansión del e-mail como herramienta para mantener correspondencia, sea necesario situar la relación que mantiene el buzón de Metaposta con una cuenta de correo electrónico al uso, tipo gmail o hotmail. Al igual que se hace imprescindible señalar las diferencias en beneficio de Metaposta, cuando se compara su funcionalidad de albergue de documentación en Internet con otros servicios similares que operan en la Red. De este modo, si analizamos un poco más a fondo la relación de Metaposta con el e-mail y con repositorios en la “nube”, tipo Mediafire, podemos encontrar muchas diferencias que nos ayudan a comprender mejor la verdadera utilidad de Metaposta.

Metaposta ofrece múltiples ventajas frente a un correo electrónico tradicional.  Entre ellas, se puede resaltar:

• Gratuidad del servicio para los usuarios.
• Cuenta con valor probatorio legal.
• Su funcionamiento está garantizado por sistemas informáticos públicos.
• No se acepta ninguna explotación comercial.
• Posibilita el almacenamiento seguro sin interrupción de documentos importantes subidos por el usuario.
• Permite el uso de firma electrónica reconocida.
• Identificación segura del usuario.
• Ausencia de spam (correo basura) y de phishing (usurpación de identidad).